lunes, 7 de marzo de 2011

Película: El curioso caso de Benjamin Button

Bueno, esta película ha sido siempre de mis favoritas. Esta es, personalmente, la mejor escena:



A veces nos disponemos a estrellarnos y no lo sabemos; ya sea casual o deliberadamente, no hay nada que podamos hacer al respecto.

Una chica en París se disponía a ir de compras, pero se le olvidó el abrigo, y volvió a por él. Cuando cogió el abrigo sonó el teléfono, asi que se detuvo a cogerlo y habló un par de minutos. Mientras la chica estaba al teléfono, Daysi ensayaba para una actuación en la obra de París y mientras ensayaba, la chica, una vez hubo colgado el teléfono, salió a coger un taxi; un taxista se había bajado tras dejar al último pasajero a tomar un café. Y mientras tanto Daysi seguía ensayando. Y el taxista que se había bajado tras dejar al último pasajero a tomar un café, cogió a la chica que iba de compras y que habia perdido el taxi anterior. El taxi tuvo que detenerse para no atropellar a un hombre que había salido hacia el trabajo cinco minutos más tarde por haber olvidado poner la alarma. Mientras ese hombre que llegaba tarde al trabajo cruzaba la calle, Daysi había terminado de ensayar y se daba una ducha. Y mientas Daysi se duchaba el taxi esperaba fuera de la botica a que la chica recogiera un paquete que no le habían envuelto aún porque la dependienta que tenía que envolverlo había roto con su novio la noche anterior y se había olvidado.

Una vez envuelto el paquete, la chica ya en el taxi, vió un camión de reparto que se cruzaba por su camino. Mientras tanto Daysi se arreglaba. El camión se apartó y el taxi pudo avanzar. Mientras, Daysi, la última en vestirse, esperó a una de sus amigas a la que se le habia roto un cordón. Mientras el taxi estaba parado, esperando a que cambiara un semáforo. Daysi y su amiga salieron por la puerta de atrás del teatro. Y si tan solo una cosa hubiera ocurrido de otra forma… si ese cordón no se hubiera roto; o ese camión se hubiera apartado segundos antes; o ese paquete hubiera estado envuelto porque la dependienta no hubiera roto con su novio; o ese hombre hubiera puesto la alarma y se hubiera levantado cinco minutos antes; o ese taxista no se hubiera parado a tomar un café; o esa chica no se hubiera dejado el abrigo y hubiera cogido el taxi anterior… Daysi y su amiga habrían cruzado la calle y el taxi habría pasado de largo.

Pero siendo la vida como es, una serie de vidas cruzadas e incidentes que escapan a nuestro control, ese taxi no pasó de largo y ese taxista se distrajo un segundo… y ese taxi atropelló a Daysi… y le destrozó la pierna.

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