lunes, 8 de abril de 2013

Coger aire, sacar lo que nos duele y seguir adelante

Buscaste y viste que no había nada más que sacar de mí, todo se esfumó a la misma velocidad que creció nuestra capacidad de enfrentarnos. Disfrutar de lo trágico y de lo irónico y aguantar. Solo quiero un poco de tiempo para pensar.
Contén la respiración. Cuenta hasta diez. No hay mayor sentimiento que creer que la vida se desmorona sobre nosotros. Sentir que no hay salida y que la única vía de escape es el grito.
Chillidos.
Golpes.
Dolor.
Huir no es una alternativa, es LA alternativa. Y corres. Corres como nunca antes habías corrido. Sintiendo el peso del universo sobre tus hombros, pero sin estar cansada.
Supongamos que en un final nuestra vida se convierte en algo más que el transcurso de los días con esa monotonía insustancial, con esas ganas constantes de acabar sin siquiera haber un principio; habiendo principios pero ansiando un final. Y, entre todo aquello, llega la calma.
Y te das cuenta de que aunque todo caiga, todo se desmorone sobre ti, no hay que rendirse; podremos enfrentarnos juntos.
"Una carga se lleva mejor entre dos".

Resulta que la vida, como cualquier mala racha (¿Qué es acaso la vida?), consiste en tomar aire, sacar lo que nos duele y seguir adelante. No hay otra forma de continuar y no debemos estancarnos.