domingo, 28 de junio de 2015

feliz

una vez alguien dijo: "Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una".

yo llevaba mucho tiempo detrás de encontrar la felicidad.
hay quien opina que se es feliz cuando tienes tu gran casa con vallas blancas, tu coche lujoso, tu mujer y tus dos hijos, un perro y un buen puesto de trabajo. el famoso sueño americano.
hay quien espera que le caiga del cielo, o que sencillamente cree que es una meta a alcanzar, cuando realmente es algo que debe vivirse día a día, en cada momento, con cada pequeño detalle. hay quien confunde eso con un estado continuo de éxtasis, cosa idílica pero imposible.

con el tiempo me he dado cuenta de que uno siempre regresa a los lugares donde fue feliz.
pero lo que no sabemos es que a veces esos lugares son personas.

uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida.

a día de hoy me hago la pregunta, qué motivos tengo para ser feliz, e instantáneamente solo se me vienen nombres a la cabeza; nombres de lugares, de personas, de puntos de mi lista de cosas que hacer antes de morir.

la felicidad es algo sencillo. es una actitud. es coger bolígrafo y papel y escribir todo aquello que te hace feliz. pero la felicidad es, también, injusta. por eso, como se suele decir, deberíamos vivir la felicidad intensamente y tendríamos que poderla guardar para que en los momentos en que nos hiciese falta pudiéramos coger un poco, del mismo modo que guardamos cereales en la despensa o recambios de papel higiénico por si se acaba. y por eso crear un tarro lleno de felicidad. para meterla toda dentro y echarle un ojo cuando más se necesita.

nacimos para ser felices, no perfectos.

y al final descubres, que realmente la única persona que puede hacerte feliz, eres tú mismo.

lunes, 22 de junio de 2015

muchísimo.

lo siento.
y lo siento muchísimo.

me escuece el corazón.

yo no sé disculparme, ni reconocer, ni dar la razón.
pero no puedo más.
algo dentro de mí está estallando.

no sabía que podía sentirme así.

lo siento.
y lo siento muchísimo.

jamás pensé que pudieses ser tú.

nunca antes alguien aparte había tenido la culpa.
siempre era mía.
siempre alejaba.

pero no quiero que te vayas.

es egoísta, es pensar solo en mí;
pero no quiero que te vayas.

no puedo.

lo siento.
y lo siento muchísimo.

suelo hacerle más daño a la gente que más me importa.
pero necesito que esta vez se quede alguien.

nunca antes me habían conocido tanto.

(y cambia "lo siento", por "te quiero";
ambas dan el mismo resultado,
y ambas son igual de ciertas).