viernes, 18 de diciembre de 2015

principiocategórico.

a veces mi corazón roza una perfecta cordialidad y una tranquilidad exuberantes que al bajar de ese podium se retuerce de dolor y sangra, sangra sin sangrar, y llora, llora sin lágrimas.

martes, 1 de diciembre de 2015

Asaic siempre igual ; (llega Sea)

ella fija su mirada en su rostro cuando habla y se da cuenta de que podría estar mirándole para siempre; que podría ser el rostro que la acompañase toda la vida, que por nadie más en el mundo se plantearía algo así. Sea veía en ella un rostro de ternura y calidez, un cariño incomparable, un amor sincero y sencillo.
pero Asaic no puede más con el minimalismo y poco a poco ya no quiere saber nada de eso.
quiere el pack completo.
el todo o la nada.

viernes, 17 de julio de 2015

diario onírico; 17 de julio.

he soñado contigo.
venías a recogerme a la estación.
me encantan esas cosas porque nunca me las espero, ya lo sabes.
al bajarme del autobús estaba allí, de pie, como un pasmarote; mirando para todos lados a ver si sabías por cuál venía yo.
hacía tiempo que no sonreía así.
me he bajado del autobús y [PAUSA PARA TOMAR AIRE], he ido andando hacia ti, lentamente, a ver si te dabas cuenta de que era yo;
has tardado un rato.

hoy he soñado contigo.
después de recogerme en la estación me llevabas a comer fuera;
me encanta eso, ya lo sabes.
estábamos en las calles de siempre, en los sitios de siempre, hasta traías un perro.
me cogías de la cintura y me apretabas.
las cosas de siempre.
porque, en la simpleza es donde se encuentran las cosas más bonitas.

hoy he soñado contigo.
cenábamos juntos.
hacíamos una especie de picnic en el bosque.
(y menos mal que nos alumbraba una farola,
porque el rollo de la Luna no funciona cuando hay Luna nueva),

hoy he soñado contigo.
pero los sueños, sueños son.

domingo, 28 de junio de 2015

feliz

una vez alguien dijo: "Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una".

yo llevaba mucho tiempo detrás de encontrar la felicidad.
hay quien opina que se es feliz cuando tienes tu gran casa con vallas blancas, tu coche lujoso, tu mujer y tus dos hijos, un perro y un buen puesto de trabajo. el famoso sueño americano.
hay quien espera que le caiga del cielo, o que sencillamente cree que es una meta a alcanzar, cuando realmente es algo que debe vivirse día a día, en cada momento, con cada pequeño detalle. hay quien confunde eso con un estado continuo de éxtasis, cosa idílica pero imposible.

con el tiempo me he dado cuenta de que uno siempre regresa a los lugares donde fue feliz.
pero lo que no sabemos es que a veces esos lugares son personas.

uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida.

a día de hoy me hago la pregunta, qué motivos tengo para ser feliz, e instantáneamente solo se me vienen nombres a la cabeza; nombres de lugares, de personas, de puntos de mi lista de cosas que hacer antes de morir.

la felicidad es algo sencillo. es una actitud. es coger bolígrafo y papel y escribir todo aquello que te hace feliz. pero la felicidad es, también, injusta. por eso, como se suele decir, deberíamos vivir la felicidad intensamente y tendríamos que poderla guardar para que en los momentos en que nos hiciese falta pudiéramos coger un poco, del mismo modo que guardamos cereales en la despensa o recambios de papel higiénico por si se acaba. y por eso crear un tarro lleno de felicidad. para meterla toda dentro y echarle un ojo cuando más se necesita.

nacimos para ser felices, no perfectos.

y al final descubres, que realmente la única persona que puede hacerte feliz, eres tú mismo.

lunes, 22 de junio de 2015

muchísimo.

lo siento.
y lo siento muchísimo.

me escuece el corazón.

yo no sé disculparme, ni reconocer, ni dar la razón.
pero no puedo más.
algo dentro de mí está estallando.

no sabía que podía sentirme así.

lo siento.
y lo siento muchísimo.

jamás pensé que pudieses ser tú.

nunca antes alguien aparte había tenido la culpa.
siempre era mía.
siempre alejaba.

pero no quiero que te vayas.

es egoísta, es pensar solo en mí;
pero no quiero que te vayas.

no puedo.

lo siento.
y lo siento muchísimo.

suelo hacerle más daño a la gente que más me importa.
pero necesito que esta vez se quede alguien.

nunca antes me habían conocido tanto.

(y cambia "lo siento", por "te quiero";
ambas dan el mismo resultado,
y ambas son igual de ciertas).

jueves, 19 de marzo de 2015

19

Llevo con esto en borradores un par de semanas. Quizás no me animaba a publicar nada porque últimamente no escribo, quizás porque simplemente son mis reflexiones cuando alguien comenta algo sobre mi padre al enterarse de qué le pasa. Quiero aprovechar, ya que es el día del padre, para publicarlo, retocarlo un poco y ponerme sentimental, que está muy de moda ahora eso.

Mucha gente no sabe qué le pasa a mi padre; mi padre perdió hace nueve años ya la visión completa de un ojo. Desprendimiento de retina. Creo que alcanza a ver un 2%, que es prácticamente nada; solo sombras y algún movimiento. Fue a Barcelona a hacerse miles de operaciones, tratamientos que aún no habían probado con nadie, por si podían rescatarle el ojo. Pero no fue posible. Hasta estuvimos un tiempo viviendo en Sevilla. Aun así, se negó a ponerse un ojo de cristal. Es de ciencias, tiene la idea de que esta avanzará y quizás sí pueda arreglársele. Pese a esto, aún le quedaba otro ojo sano y perfecto, podía hacer vida normal; conducía, leía, seguía trabajando como ingeniero, como si nada hubiese ocurrido.

Cuatro años después perdió el 70% de la visión del otro ojo. Estaba trabajando, haciendo fotos a unos andamios desde una escalera; perdió el equilibrio y se llevó un golpe con el casco. A la cámara no le pasó nada.

Toda la familia entró en una especie de depresión. Más operaciones, más pruebas. Al final consiguió salvar un 30% de la visión. Ahí es cuando dejamos de tener coche en casa. Pero, la moraleja de todo esto, es que la única persona que no se deprimió en ningún momento fue él. Incluso con ese 30% de visión pudo seguir trabajando en lo suyo, organizando otras cosas, prácticamente todo el tiempo desde casa, al teléfono y con el ordenador, pero seguía trabajando.

Pero bueno, donde caben dos, caben tres; el tercer accidente de mi padre fue el que lo convirtió en jubilado. Estaba en el trabajo bajando unas escaleras, con poca luz. Al no ver, tropezó y se hizo daño en la espalda. Ese daño se convirtió en una hernia, y eso conllevó una invalidez absoluta.

Ya no trabaja en lo que le gustaba, no ve suficiente como para conducir, no puede cargar con nada de peso,,, pero nunca, en ningún momento, le he visto triste por ello. Nunca. Las pocas cosas que recuerdo de los accidentes es él diciéndole a mi madre el lado positivo de cada uno de ellos. Mi padre es feliz porque puede seguir leyendo (y mira que le he oído decir que si no, no pasa nada, se aprende braille); mi padre es feliz porque puede seguir utilizando ordenadores, puede ir al cine, puede hacer senderismo, hacer fotos,,, y él lo sabe y es feliz por todo esto. Ni siquiera le he oído quejarse de que no puede ver el 3D de una película cuando decimos de ir al cine.

Muchas veces se me olvidan estas cosas; por todo lo que ha pasado. Pero cuando alguien, como el otro día, me pregunta cómo pese a todo mi padre es capaz de seguir adelante sin deprimirse, se me dibuja una sonrisa en la cara. Es un ejemplo de superación, para mí y para todos, y estoy bastante orgullosa de ello.

En ocasiones todos podemos ver las cosas grises, nubladas, o completamente negras. Pero cuando eso ocurra hay que recordarse a uno mismo que todo tiene solución, y todo tiene un lado positivo y algo de lo que alegrarse siempre. Incluso las cosas que menos nos esperemos.

jueves, 5 de marzo de 2015

creo que tenemos un problema.

paso por delante de tu casa y solo espero que te asomes a la ventana.
puedo sentarme en un banco y esperar un rato, no sé a qué, simplemente espero verte pasar.

esto no me podía pasar antes.

pero, de repente, todos los posibles se han hecho realidad.

cada vez que camino por la ciudad recuerdo cada momento, cada situación, cada frase.
no puedes adueñarte de cada rincón de la ciudad, porque escuece salir a la calle.

creo que tenemos un problema; la vida es distinta para el resto, pero sigue igual para mí.
me da pánico abrirme y ya me siento desnuda.
desencadéname, desencadéname a mí y desencadena a mi corazón,
porque estos lazos de hierro han empezado a asfixiarme, y me falta el aliento.

creo que tenemos un problema.
creo que el problema soy yo.