viernes, 30 de noviembre de 2012

Suicidal love.

Te quiero son dos palabras que me cuesta muchísimo decir, pero que os vais a cansar de leer hoy. Te quiero no son dos palabras que signifiquen algo bueno. Son una realidad. Mi realidad es que ya me duele quererte. Te quiero y me duele. "Duele el amor sin ti", pero también duele contigo. "Ni contigo ni sin ti". El amor ni es sencillo ni es un juego. No consiste en decirle a alguien "Te quiero", ni en pensarlo. Ni en no decirlo pero salir juntos. Amor suicida. El amor es un suicidio del alma. El amor que no mata no es amor. Solo se sabe que es amor cuando éste te quema y te hace resurgir de sus propias cenizas. Sabes que algo es amor cuando, aun sintiéndote muerto en vida, sabes seguir adelante. Y lo consigues, y continúas. Porque no consiste en tirar la toalla, sino en esperar al momento adecuado.

Todo esto me lleva a una única pregunta:
¿Estoy viviendo en una fantasía? A veces me parece que has conseguido que monte un mundo imaginario, sin sentido, sin otros protagonistas que no seamos nosotros; el mundo que esperaría vivir algún día si pudiese. Contigo.


Se te quitan las ganas de luchar por nada.

Ahora me sobran años, y creo que faltan días, para que tú y yo creamos que es mejor así,,, Pero me faltas tú, dentro de un cielo azul, repleto de humildad de la que tú nunca me diste.
Por eso, nostálgica, pienso en todo el tiempo que perdí, sin ti.

—Te quiero.
—¿A pesar de todo?
—A pesar de todo.


"Pero si cuando está caducado es menos venenoso, en algún momento tendría que dejar de ser veneno, ¿no?"

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