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¿Y os podéis creer que de repente echo de menos los abrazos por la espalda y los besos de buenas noches a las 3 de la mañana? Los innumerables "corre vente, di que vas a hacer un trabajo; es que tengo ganas de verte". Las siestas en su casa después de ver Up y que tenga esa forma sutil de decirme que soy su Ellie y que eso no lo va a cambiar nadie. Las fiestas los lunes por la tarde. Su vespa naranja tan fea, pero tan bonita a la vez. Esa canción de los Black Eyed Peas que antes tanto sonaba en mi cabeza y que si ahora la oigo rompo a llorar. Los estúpidos pero famosos Señorita Puke Rainbows. La forma de mirar con esos grandes ojos marrones, que cuando te miraban parecían observar el infinito. Nuestro infinito. Ya no nos queda nada. Fotos borrosas y dibujos quemados. Pero recuerdos, al fin y al cabo.