martes, 17 de mayo de 2011

Gonna go far

J


Un dolor así te parte el corazón.
¿Y yo? ¿Qué siento yo? Parloteo sobre los pequeños acontecimientos del 7 de la calle Grenelle pero no soy muy valiente que digamos. Me da miedo ir al interior de mí misma y ver qué ocurre allí. También siento vergüenza. Pienso que quería morirme para hacer sufrir a Colombe, a mamá y a papá porque todavía yo no había sufrido de verdad. O más bien: sufría pero sin que me hiciera daño de verdad y, por ello, todos mis pequeños proyectos eran lujos de adolescente sin problemas. Racionalidades de niña rica que quiere hacerse la interesante.
Pero ahora, por primera vez, he sentido dolor. Es como un puñetazo en el estómago, me corta la respiración, tengo el corazón hecho migas y siento retortijones. Un dolor físico insoportable. Me he preguntado que si me recuperaría algún día de este dolor. Me dolía tanto que tenía ganas de gritar. Pero no he gritado. Lo que noto ahora es que el dolor sigue aquí pero ya no me impide andar o hablar, es una sensación de impotencia y de absurdos totales. Entonces ¿es así? De golpe, ¿todos los posibles se apagan? Una vida llena de proyectos, de conversaciones apenas empezadas, de deseos que ni siquiera se han realizado, ¿se apaga en un segundo y ya no hay más nada, ya no hay nada que hacer, ya no se puede volver atrás?
Por primera vez en mi vida, he sentido el significado de la palabra nunca. Pues bien, es horrible. Pronunciamos esa palabra cien veces al día pero no sabemos lo que decímos antes de habernos enfrentado a un verdadero nunca más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario